Siempre he sido una apasionada de la naturaleza en todas sus facetas, y también respetuosa de su equilibrio, e incluso a veces de su furia: Me atrevería a decir que las más maravillosas obras de arte no son fruto del hombre. Mirando con un ojo atento y sensible, la naturaleza nos ofrece una variedad ilimitada de recursos artísticos que nadie jamás podría crear en una sola vida.
Nature Rules es un proyecto que empecé a desarrollar en 2012 en Namibia. “El Namib” inspiró su comienzo en el que hablo del equilibrio de la naturaleza. Es un proyecto difícil de cerrar, porque el poder de la naturaleza es infinito, y también la intervención destructiva del hombre, contaminando e interfiriendo en sus ciclos. Con mis fotografías muestro la belleza intrínseca de la arena, de sus formas que el viento ha moldeado con una gran dosis de abstracción. El resto consiste en dejar a la imaginación que haga su trabajo, y a la vista que se deleite en la contemplación hipnótica que yo sentía al disparar cada una de ellas.
Asimismo, también pretendo plasmar con este trabajo cómo la naturaleza reivindica su espacio, su silencio, su orden. Produce cierto desasosiego llegar a esos pueblos abandonados, como es el caso de Kolmanskop, un antiguo pueblo minero edificado en medio del desierto, en el ventoso sur de Namibia, donde las dunas han intervenido semienterrando algunas de sus edificaciones, dotando al conjunto de un aspecto tan fantasmagórico como romántico. La naturaleza recupera el lugar que el hombre le arrebató.