Desde hace años Anaut tiene una pasión especial por la música de cámara barroca, sobre todo instrumentos de cuerda, y compositores como Haendel, Telemann o Corelli, y ha utilizado esta pasión como fuente de inspiración para su pintura abstracta.
Las obras que se presentan en Zambezi One Gallery, son parte de sus últimos trabajos. Hay un fuerte énfasis en la Línea Azul, en obras como «Armonía Blue Line». Anaut ve la línea azul como la melodía, la melodía musical, y los otros elementos pictóricos representan la música, notas musicales y anotaciones.
Su trabajo fluye como la lectura de una partitura musical. Él es un pintor intuitivo, un pintor que escucha el sonido del barroco y allí encuentra los gestos, los colores y la energía indomable de su creatividad.
El enfoque y la interpretación de su temática, es totalmente personal y subjetivo, no niega que está expresando sus emociones y espera estimular las nuestras. Según  Antón Castro, crítico de arte y periodista español «Félix Anaut ve y se encuentra, Félix Anaut estimula sus emociones y estimula las nuestras. Aclara nuestra retina con sonidos y movimiento, nos hace perseguir la quimera, y lo hace como él es: incontenible y suave a la vez, profundo y desgarrador …. un artista que a través de la abstracción hace un pentagrama de símbolos».
Anaut pinta sobre la pintura; el color, la textura, el equilibrio y la armonía, y me atrevo a decir, la belleza. Pero también se trata de la emoción, la sensibilidad, la energía, la ambigüedad y la versatilidad, un viaje visual relacionado con la forma en que percibimos las cosas.