Alejandra Carles-Tolra presenta dos de sus últimas series fotográficas, The Bears y Saving Face invitada por el teatro Le Liberté en colaboración con la galerie du Canon en una exposición al aire libre en la rue Des arts de la ciudad de Toulon

“The Bears” es una serie de fotografías que retrata a las mujeres que forman parte del equipo de rugby de la prestigiosa Universidad de Brown. A pesar de ser parte de un ambiente intelectualmente exigente, estas estudiantes han decidido además practicar un deporte físicamente muy exigente. Un deporte que las introducirá no sólo a una comunidad que las retará a superar sus límites como atletas, sino que además las fortalecerá tanto física como mentalmente. Mi interés radica en retratar a las jóvenes que han decidido unirse al equipo, no sólo como deporte, sino como vía para ser introducidas en una comunidad con una fuerte identidad donde podrán encontrar una identidad propia.

Con la mayoría de sus caras cubiertas, todos se vuelven iguales, todos se vuelven uno. «Saving Face» es una colección de retratos tomados en las calles de Vietnam que tiene como objetivo comentar sobre las preocupaciones ambientales, de belleza y de clase que surgen en la conciencia cambiante de Vietnam.
En las calles de las principales ciudades de Vietnam, hombres y mujeres jóvenes caminan alrededor con mascarillas. Con la mayoría de sus caras cubiertas, todos se vuelven iguales, todos se vuelven uno. Sin embargo, la gama de diseños y formas revela pistas de personalidad que resaltan la individualidad, acercando al espectador a imaginar a la persona que se encuentra debajo de la máscara.
En la transición hacia un país en rápido desarrollo, Vietnam ha sido testigo de un enorme flujo de personas que migran del campo a las grandes ciudades. En consecuencia, el número de vehículos motorizados que atascan sus ciudades ha aumentado enormemente, causando una tasa alarmante de contaminación. La nueva generación ha decidido tomar medidas y protegerse de la exposición diaria al aire contaminado con la máscara. Sin embargo, la máscara juega un doble papel, ya que su popularidad también ha crecido debido a la creciente preocupación entre los jóvenes por tener una piel pálida. La obsesión por la piel blanca, un signo de belleza entre muchas culturas asiáticas, especialmente las mujeres, ha llegado a la creciente clase media de Vietnam.