Jaume Plensa en su trabajo explora cuestiones de existencia: su esencia física y espiritual, el vínculo entre el pasado y el presente, las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza. A través de la escultura, construye su visión del mundo, sin embargo, sin tratar de resolverlo por completo.
En el trabajo titulado Carlota, Plensa muestra su brillante habilidad para crear ilusiones. Construye una cabeza escultórica de tal manera que parece tener proporciones correctas y ser tridimensional. Cuanto más se acerca el espectador, más evidente es la distorsión y el alargamiento de la figura y se revela el efecto óptico que empleó el escultor. La elección del material también enfatiza el esfuerzo del artista por engañar nuestra percepción. La escultura está hecha de hierro fundido, pero las proporciones estiradas y las superficies que reflejan la luz le dan a la pieza una apariencia ligera y elegante.
En su trabajo, Plensa a menudo repite la imagen de Carlota, variando la escala y el material. El artista obliga al espectador a congelarse en el límite de dos mundos: el material y el ilusorio. Plensa representa a su modelo con los ojos cerrados, como si pidiera a los que miraban los ojos cerrados por un instante que entraran y pensaran en su engañado sentido de la vista. En opinión del escultor, Carlota simboliza los sueños humanos que se hacen visibles y tangibles cuando las personas cierran los ojos.
Este escultor a menudo trabaja con espacio a gran escala. Al crear obras inscritas en un paisaje, inicia un diálogo entre el objeto y su entorno, la arquitectura y las personas que pueblan ese espacio. Carlota se exhibe en el Gran Patio del Palacio de Invierno y  un diálogo con las imágenes de la Antigüedad y la era neoclásica en la colección del Hermitage, reúniendo el arte mediterráneo del pasado y el presente.

Jaume Plensa (Barcelona 1955) Se graduó de la Escuela Superior de Arte y Diseño de Llotja y de la Real Academia (Sant Jordi) de Barcelona. La primera exposición personal del artista tuvo lugar en 1980 en la Fundació Joan Miró. Plensa ha recibido numerosos premios estatales e internacionales en la esfera del arte, incluido el Premio Velázquez (2013) y el Premio Global de Bellas Artes otorgado por su proyecto para el programa paralelo de la 56a Bienal de Venecia (2015). También es Caballero de la Orden Francesa de las Artes y las Letras (1993).
El escultor español ha alcanzado considerable fama y reconocimiento mundial con sus instalaciones escultóricas de gran formato. Las obras del artista se exhiben en galerías y museos, así como en espacios públicos urbanos. Sus gigantescas obras se han convertido en parte del paisaje urbano en muchos lugares, incluidos Chicago, Montreal, Tokio y Londres. La facilidad y transparencia con la que el escultor maneja materiales pesados, sentimientos existenciales, reflexión sobre sí mismo y el mundo circundante, todo lo que está presente en el estilo de Jaume Plensa, lo que le permite llamarlo un artista de sensaciones, contemplaciones e ideas.

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