Para su primera muestra individual en Italia, Sebas Velasco (Burgos 1988) ha elegido acompañarnos en un viaje por los países de la ex Yugoslavia, compuesto por imágenes, sugerencias, y recuerdos.

«Cuando era niño, siempre elegí a Yugoslavia como mi equipo de videojuegos, tal vez porque me gustaba su nombre». Esos nombres de equipos y jugadores de fútbol despertaron el interés de Velasco por los países de Europa del Este.

Con los años, su curiosidad se ha extendido a la arquitectura, la historia y la cultura de estos países complejos, cuyo pasado aún está demasiado cerca para ser entendido por completo.

Es con los ojos de un niño fascinado por el nombre de un jugador extranjero en una camiseta que Velasco está inspirado, sin prejuicios ni posiciones políticas, por estas naciones contradictorias, suspendidas entre el socialismo y el consumismo, donde el hormigón gris está iluminado por  letreros de neón de los productos comercializados por las grandes compañías multinacionales.

Para esta exposición, el artista ha creado obras sobre madera, lino y lienzo, en las que transmite la fuerza y ​​el poder  de su producción artística.

Por un lado, vemos imágenes nocturnas donde el brutalísmo arquitectónico revela rasgos humanos a través de las historias contadas por las luces de la ciudad; los tonos oscuros rotos por un mosaico creado por los amarillos y anaranjados de los letreros, las farolas y las luces de los automóviles. Estas obras se convierten en ventanas nocturnas, mostrando el aislamiento y la soledad escondidos entre las paredes de grandes edificios, presentando la paradoja explícita de las grandes ciudades modernas, ya sea producto de un sistema socialista o capitalista, en el que la proximidad física se traduce en distancia emocional.

Por otro lado, tenemos vida cotidiana con música, fútbol y política. Tradiciones, objetos, rostros y momentos conservados en fotografías antiguas que recogidos por el artista durante sus viajes,  reviven gracias a sus pinturas en un intento de conservar la memoria de un pasado reciente, que el espectador puede leer a través de los ojos del presente.