Siempre he pensado que las palabras «Los buenos artistas copian, los grandes artistas roban» eran de Picasso. Más tarde descubrí que muchos otros que lo precedieron ya habían usado esa frase en versiones ligeramente diferentes. Entre ellos se encontraban maestros y padres espirituales de la modernidad como Oscar Wilde y T. S. Eliot. Estas sabias palabras tenían que hacer historia porque son la encarnación de su significado. Con el uso de esta frase es posible reescribir la historia de las artes según la cual los artistas, cada uno de manera diferente, lograron ‘rehacer’ obras de otros artistas tanto contemporáneos como de sus predecesores así como las imágenes que los rodean.

Un ejemplo de tal actividad pueden ser las obras de los tres artistas representados en la exposición Irene Fenara, Cristina Garrido y David de Trabucco. La práctica de cada uno de ellos consiste en reutilizar obras creadas por otros incluyendo artistas y no solo. Es, por tanto, el resultado de una máquina colectiva de nuestro tiempo expresada en una enorme e incontable cantidad de imágenes. Cada uno de los tres artistas encarna en gran medida el espíritu de la época en que vivimos. En este sentido, sus obras difieren de las creadas por artistas pertenecientes a generaciones anteriores involucradas en el arte de apropiación o representantes de grupos como Pictures Generation de los años 70 y Años 80 en Estados Unidos.

A Cristina Garrido (Madrid 1986) se le ocurrió dar nueva vida a una dirección de arte conocida como Crítica Institucional. La forma en que se apropian y reutilizan imágenes, material artístico u obras ajenas en sus obras está indisolublemente ligada a los cambios en el mundo del arte. La película Outside the White Cube (2011) documenta al artista en el momento de apropiarse de una copia de una revista de Sotheby’s recién entregada en la puerta de Jay Jopling, fundador de White Cube Gallery. Posteriormente, pinta sobre las imágenes de algunas obras de forma imperceptible y finalmente devuelve la revista donde la encontró. Es un procedimiento similar presentado en Veil of Invisibility (2011 – Presente) donde las obras de arte representadas en una serie de postales compradas en museos y otras instituciones se volvieron «invisibles» a través de una sutil intervención con pintura. El trabajo de otro artista es Best Booths (2017) que representa una serie de collages donde las imágenes de los stands de las galerías, seleccionadas como las mejores de las plataformas de Internet como artnet o Artsy, se ambientan en los interiores de las instituciones de arte. El objetivo de esta mínima intervención es mostrar la posibilidad de que un stand expositivo pueda ser considerado como una verdadera obra maestra de nuestro tiempo, que -como subraya su autor- debido a la situación actual donde las ferias de arte están suspendidas y en total incertidumbre, aparece como un testimonio de un pasado probablemente perdido.

Rodríguez Gallery  ul.Wodna 13/4 61-782 Poznań, Poland

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Imagen: Cristina Garrido. Innsbruck