El fotógrafo español David Pujadó, nos acerca la poesía de Gil de Biedma a través de sus fotografías en blanco y negro: de la tinta a la luz la palabra se convierte en imagen. «Jaime Gil de Biedma tenía la piel de poeta que menos me cuesta vestir, que más confortables me sientan sus costuras, que menos distorsiona mi propia miopía… Este proyecto nace, un día, una tarde, en la que sentía la necesidad de decir muchas cosas con pocas palabras… ( gracias, ya te dije que fuiste mi inspiración), así que seguí el trabajo que realiza Montse Ordoñez y me dejé ir. El resultado no fue más que fotografiar uno de los poemas aquí expuestos y, finalmente, embrión de todo esto. Decir que esta obra no está pensada para ser comercializada, sino para c a m i n a r.»
“A David Pujadó le gusta moverse con sencillez y minimalismo. Sus fotografías cultivan silencio alrededor de la imagen, una tarea que puede parecer fácil a primera vista cuando, de hecho, es bastante difícil de lograr. Pujadó sabe cómo desbloquear las almas que está mirando. Su cámara logra ganar acceso y penetrar en territorios interiores que normalmente son inaccesibles para la mayoría de nosotros. Los tonos grises de sus impresiones son sutiles. Con solo unos pocos elementos, nos lleva a viajar a otros mundos habitados por miradas solitarias y alienadas. Nos encontramos frente a uno de esos seres cuya luz y talento impregnan de alma cada una de sus imágenes «.Montse Ordoñez.
Reggeli Király street 23-25. H-7621 Pécs (Hungría)
Imagen: David Pujadó