Figura activa en la Movida de Madrid, Ouka Leele impuesta desde finales de la década de 1970 y la Revolución Cultural Española iniciada a la muerte de Franco, una obra fotográfica que revela una poética surrealista y singular de la vida cotidiana. De su universo colorido y excéntrico emerge una maestría pictórica y una creatividad desenfrenada.

​La originalidad de la obra de Ouka Leele radica en una inteligente mezcla de puesta en escena, fotografía y pintura. El artista escenifica el mundo – objetos o modelos – en composiciones, bodegones o retratos, y luego fotografías. Así comienza el proceso de creación, con imágenes que se pueden vincular cada vez a un género pictórico, nutrida en gran medida por una iconografía cercana a la pintura clásica o surrealista. Ya estamos mucho más en la visión onírica que en el efecto de la realidad: no es el mundo el que irrumpe en su meta, es él el que lo hace salir de su imaginación.

Después de este primer paso, ve la impresión fotográfica como un dibujo y un medio preparatorio: la pinta en acuarela. Ouka Leele impregna sus imágenes de colores que trascienden y sublifan la realidad para ponerla a distancia y darle una nueva dimensión. A veces su paleta está adornada con colores suaves, a veces sus tonos deslumbrantes coquetean con un kitch supuesto. Es el caso de «Peluquerias», sin duda la serie fotográfica más emblemática de la Movida y también la más conocida de su obra. Para este conjunto, sus parientes posan delante de su objetivo, cada uno con un peinado de los más fantasiosos: cables, pulpo o periódico.

​El ganador en 2005 del Gran Premio Nacional de Fotografía en España, expuesto en el Rencontres d’Arles en 2019, las obras de Ouka Leele se exponen regularmente en España e internacionalmente.