Desde sus inicios, fuertemente influenciados por el novecentismo catalán, hasta sus últimas naturalezas muertas, esta exposición recoge la evolución del pintor que, instalado a temprana edad en París, desarrolló en esta ciudad la mayor parte de su carrera. “La obra de Xavier Valls nos coloca ante lo esencial. Su captura de lo cotidiano une lo irreconciliable, la emoción y el análisis en el silencio y la intimidad de una experiencia vivida. Objetos, frutas, vista de su taller abierto al Sena, paisajes, retratos de sus allegados, son detenidos en el misterio de su realidad”. Para esta muestra se ha editado un catálogo bilingüe español-francés, que recoge la reproducción de obras de la exposición, así como textos críticos de Juan Manuel Bonet, de Fre deric Vitoux y Jean Clair, ambos de l’Académie Française, de Lydia Harambourg y del Director del Instituto Cervantes de Parí s, Javier Muñoz Sa nchez-Brunete.
Xavier Valls (1923-2006) se mudó en 1949 a la capital francesa gracias a una beca del Instituto Francés de Barcelona, y desde 1951 fijó su taller y residencia junto al Ayuntamiento, impregnando su obra del paisaje que le rodeaba.
La muestra recopila autorretratos, retratos de su familia y tanto paisajes de París y de su Barcelona natal como de sus viajes a la campiña francesa, a Venecia o a Suiza, además de bodegones como «Corbeille aux coings» (1991).
Xavier Valls tuvo su primera exposición individual en París en 1963, en la Galería Henriette Gomès, y entre sus distinciones se incluye el haber sido nombrado en el año 2000 comendador de la Orden de las Artes y las Letras de Francia y Premio Nacional de Artes Plásticas de la Generalitat de Cataluña en esa misma fecha.
Instituto Cervantes. 7, rue Quentin Bauchart 75008 Paris
Imagen: Xavier Valls. Instituto Cervantes. Paris