Muchas de las obras que Picasso realizó durante un período de unos cuatro años (verano 1926-primavera 1930) forman un grupo cohesionado, que Christian Zervos más tarde (1938) calificaría como «Tableaux magiques». Con estas obras, principalmente pinturas de figuras, Picasso abrió un nuevo capítulo en su obra, probando una dimensión emocional profunda, que anticipa el poder del Guernica una década más tarde.
Siempre acompañado por desarrollos formales que son tan radicales como cualquier cosa que haya hecho antes, incluida la experimentación con materiales y la realización de ideas escultóricas monumentales en la pintura.
Las obras en la muestra establecerán no solo términos del desarrollo propio del artista sino, lo que es más importante, el contexto del surrealismo y la psicología contemporáneas (Jung vs Freud) y especialmente el interés entre escritores como Leiris y Zervos sobre los poderes mágicos del arte.

Comisarios: Marilyn McCully, Michael Raeburn and Emilie Bouvard

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