La exposición presenta esculturas de bronce de Miró de los años 1973 a 1977 y una selección de obras en papel de los años 1973 a 1981.

Hasta los últimos años de su vida, Miró ha creado obras mágicas inclasificables, como las esculturas que hizo «reciclando» objetos. Sus esculturas son a la vez primitivas y lúdicas, y sus obras en papel testimonian una intensa libertad y una poesía siempre renovada.

El crítico de arte y fundador de Cahiers d’Art, Christian Zervos, nunca dejó de seguir y defender la obra de este artista inclasificable, «el pintor más lírico de su tiempo» y «el artista poscubista más importante». Miró está presente en Cahiers d’Art desde el primer año de su existencia, 1926, hasta el último, 1960. Dibujó muchas portadas y su famosa plantilla ¡Ayuda a España! (¡Aidez l’Espagne!) Se publicó en el número 4-5 de la edición de 1937 de los Cahiers d’Artr.

En paralelo a la exposición, Cahiers d’Art se complace en anunciar el nuevo número de la revista, dedicado al artista. Bajo la dirección de Rémi Labrusse, retoma la relación entre Miró y Cahiers d’Art a través de una antología de los textos más bellos publicados en la revista. También proporciona información sobre la gran originalidad del primitivismo de Miró y el descubrimiento de dos colecciones del artista: los objetos que llenaron su estudio y las pinturas inéditas que agregó a ciertos libros en su biblioteca. Un ensayo de Élisa Sclaunick está dedicado a la correspondencia inédita de Miró con el escritor Jacques Dupin. Un texto de Jean-Louis Cohen rinde homenaje al arquitecto José-Luis Sert, quien creó los edificios del estudio de Palma y la Fundación Barcelona, ​​mientras que Rosa Maria Mallet vuelve a la historia de la Fundación Miró. Por último, cuatro artistas completan la revista con un contrapunto contemporáneo: el español Miquel Barceló, la inglesa Helen Marten, la surcoreana Koo Jong A y la checa Karel Malich.