“La luz y la furia”, es la primera exposición individual de Rubén Rodrigo (Salamanca, 1980) en la Galería Fernando Pradilla. Con tan sugerente enunciado y creando una paráfrasis del título original en inglés de la novela de William Faulkner “The Sound and the Fury”, el artista exhibe un conjunto de lienzos en los que busca suscitar la inmaterialidad de sus atmósferas pictóricas, realzadas por la acción del color y la luz. Son esos campos de color fundidos entre sí por las degradaciones tonales y la contaminación de sus contornos los que con­eren a las obras de Rubén Rodrigo esa suerte de modulación espacial indeterminada, casi evanescente que consigue implicar sensorialmente al espectador, suspendido en un velo cromático. La exposición que se exhibe ahora en nuestras salas viene precedida de una presentación más amplia en el DA2 Domus Artium de Salamanca, que contó con el comisariado de Carlos Triguero Mori. Como allí, la selección de obras agrupa óleos de reciente producción de pequeño y gran formato, y en esta ocasión incorpora una serie de collages en los que el artista “bajo una poética de lo residual utiliza trozos de pintura arrancados de diferentes soportes”, manteniendo el cuidado en el detalle y las claves plásticas que le caracterizan.

En la obra de Rubén Rodrigo no hay fricción entre el azar y el control, su hibridación es completa, y así lo expresa el artista: “En mi trabajo siempre ha existido una tendencia a la improvisación y a la búsqueda de lo sublime a través de procesos en los que intervenga cierto azar controlado. Este azar, el misterio y una determinada cualidad táctil, siempre relacionada con la levedad, han estado presentes en mi obra desde el principio. Actualmente estoy explorando las posibilidades formales del color en campos prácticamente monocromáticos. Quiero llegar a la máxima pureza mediante un proceso de mancha única dejando que la pintura, en un estado muy líquido, gotee extendiéndose por la super­cie del lienzo, generando una vibración que varía según la luminosidad del fondo o su interacción cromática”. Elipsis, pausas, contención, tiempo y sombra se convierten en categorías estéticas en las que Rodrigo sustenta su trabajo, toda una paleta de matices decrecientes que construyen las masas cromáticas de sus lienzos. Rubén Rodrigo es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca desde 2004, fecha en la que comenzó a exponer su obra en muestras individuales y colectivas en diferentes ciudades e instituciones españolas como el ya citado DA2 de Salamanca, la Universidad de Granada, la Fundación Antonio Gala de Córdoba y La Fábrica de Madrid, entre otras.

Entre los reconocimientos obtenidos por Rubén Rodrigo se encuentran el premio de Propuestas VEGAP 2016 de la XX Convocatoria de Ayudas a la Creación Visual, la beca de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores 2005-2006, el Primer Premio en la VII edición del Premio San Marcos de la Universidad de Bellas Artes de Salamanca, entre otros. Su obra se encuentra en diferentes colecciones privadas y públicas como la Facultad de Bellas Artes de Salamanca, la Fundación Mondariz-Balneario, el Ayuntamiento de Móstoles, el Fondo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Granada, la Fundación Ibercaja-La Rioja, el Ayuntamiento de Salamanca, la Fundación Gaceta, el Fondo Patrimonial de la Universidad de Salamanca y la Fundación IbercajaZaragoza. (Fernando Pradilla press-release)

Galería Fernando Pradilla. Claudio Coello 20. 28001, Madrid. España

www.galeriafernandopradilla.com

www.rubenrodrigo.com

Imagen: Rubén Rodrigo. La luz y la Furia