Las placas tectónicas sobre las que vivimos son rígidas, están encastradas entre ellas y se mantienen casi de forma milagrosa por la unión de unas con otras. Su movimiento es permanente y muy evidente en muchas zonas del planeta. Aunque en la mayoría de los casos, estos desplazamientos son milimétricos y no afectan al día a día de las sociedades, cuando se producen conllevan seísmos, terremotos, tsunamis, erupciones de volcanes y otros fenómenos catastróficos para el hombre. Las obras que presenta ahora Nuria Mora en la exposición “Placas tectónicas” se inspiran en esta delicada realidad: líneas y movimientos de tierra, distintos estratos que evocan a planos arquitectónicos, ejes yuxtapuestos, patrones orgánicos o curvas de nivel inspiradas en mapas y planos.

Estas obras, realizadas en acrílico sobre papel en diferentes formatos, conviven con una serie de esculturas cerámicas “que surgen desde una ignorancia premeditada”, según explica la propia artista. “Es la primera vez que trabajo de esta forma, utilizando moldes reciclados creados anteriormente para hacer cerámicas de uso cotidiano como vajillas, piezas de diseño o decoraciones y las voy uniendo hasta generar estos objetos completamente inesperados que están en un limbo entre el producto y la escultura, que no sirven para nada pero a la vez sirven para todo. Me interesa mucho trabajar con lo que la gente no espera de mí”.

Núria Mora empezó a pintar en la calle a finales de los 90 con sus compañeros de Bellas Artes pero lo hizo con un lenguaje propio. Sin ningún tipo de relación anterior con el street art, Nuria Mora (Madrid, 1974) dejó a un lado la tradición del graffiti hasta entonces basada en nombres, personajes y firmas para convertirse junto a un joven Eltono que venía de Francia, SixeArt y Nano4814 en el primer colectivo de artistas urbanos en realizar abstracción geométrica en espacios públicos. Se hicieron llamar Equipo Plástico.

Desde entonces, la artista ha mantenido una estrecha relación entre su obra, la ciudad y la arquitectura que ha ido evolucionando con un lenguaje propio, absolutamente reconocible, que le ha llevado a exponer en algunos de los centros artísticos más importantes del mundo, como la Tate Modern de Londres, la Fundación Joan Miró de Barcelona, el espacio Place du Pilori de Niort (Francia), La Fundación Pilar y Joan Miró de Mallorca o el Museo de Arte Contemporáneo de Johanesburgo.

Además, de forma paralela a esta exposición, Núria Mora lleva al CEART de Fuenlabrada la intervención “Wild Style”, una pared en blanco donde ha realizado un muro orgánico y floral de trazos coloristas con pintura plástica y fibra de vidrio.(Castellana 22 press-release)