La muestra se compone de más de una docena de obras, en su mayoría de gran formato, que siguen la estela del proyecto presentado en su última exposición en Barcelona, titulada Museo robado, en 2018 ya que, en los dos últimos años, el artista ha estado trabajando en obras en las que sitúa los elementos de la composición con una escala alterada para acentuar su efecto dramático. Estas formas se vuelven a veces delicadas y a la vez monstruosas, como en la serie de interiores llenos de flores, o espectrales, como los rostros de la pintura antigua presentes también en Museo robado. El universo de Julio Vaquero remite su relación conceptual, formativa e incluso técnica con la Historia del Arte. El pintor ha dedicado horas de su vida a copiar a los maestros antiguos como Vermeer o van der Weyden interiorizando y digiriendo sus motivos, sus escenas y sus atmósferas hasta convertirlas en una propuesta totalmente personal

Todos estos ingredientes están presentes en la muestra mezclados con una noción de la naturaleza como una aparición ambigua y misteriosa. En palabras del propio artista: “En el otoño de 2019 e invierno de 2020 estuve trabajando en esa idea colocando las formas vegetales al contraluz de un gran ventanal y observándolas a través de una tela transparente que recogía sus siluetas y también la sombra que proyectaban sobre ella. A esa serie de dibujos la llamé ‘Dibujos tras el velo’ y forman un conjunto propio dentro de la muestra actual”. El recorrido por todo el conjunto es el testimonio de la experiencia esencial de dibujar, la de crear contornos y hacer surgir volúmenes sobre el espacio plano y descubrir la luz que crea la forma poseído por la ambición de narrar el mundo

Julio Vaquero se licencia en la Facultad de Bellas Artes de Sant Jordi de Barcelona en el año 1979, donde es galardonado con el premio Joan Güell de pintura. En el año 1987 expone en Barcelona por primera vez inicia una carrera como artista que lo llevará a ser premiado con la Medalla de Honor del premio BMW de pintura en dos ocasiones, en 1994 y en 1996. En el año 1999 una de sus obras es incluida en la exposición que el Centre Arts Santa Mònica dedica a la pintura realista en Cataluña. Repetirá en 2011 con la instalación El final de las apariencias. Ha expuesto individualmente en España, Italia y los Estados Unidos y su obra ha estado presente en multitud de ferias internacionales como la Art Brussels, ARCO, LA Art Show o Arte Fiera.