Isabel Muñoz fue invitada a participar en el Festival Planche(s) Contact 2018 con el encargo de realizar un proyecto sobre su particular visión de la ciudad francesa de Deauville, escenario del festival. Por su cercanía a la costa normanda y la fama de sus carreras ecuestres, y fascinada por la elegancia y el misterio del mítico animal, Muñoz eligió trabajar en torno a la figura del caballo y el mar, fusionando en ocasiones la animalidad con la humanidad.

No es la primera vez que Isabel indaga en la relación del ser humano con la naturaleza y con otros animales. En Álbum de familia, muestra que se exhibió en la galería en 2016, la fotógrafa situó frente a su objetivo a distintos primates, bonobos, chimpancés, gorilas…a quienes consiguió retratar como el puente que nos une al resto de las especies, lo más cercano a nosotros mismos.

En el festival normando, Isabel prosiguió con su inacabable y casi obsesiva investigación sobre el cuerpo y el movimiento como una forma de comprender el mundo. En palabras del comisario de la muestra de Deauville, François Cheval,  “…sin miedo alguno, Isabel Muñoz reinventa el Centauro […] Las formas, los músculos, se confunden en un entrelazado de tonalidades contrastadas. El poder se conjuga con la elegancia en un mundo finalmente reunificado”. Tras su visita a la exposición, una niña de 11 años dejó una nota escrita en el libro de visitas: “Con estas fotos, podrías pensar que los unicornios existen”. (Blanca Berlín press-release)