La exposición, comisariada por Chema Conesa, reúne por primera vez en una galería una selección de 23 fotografías de una de las principales sagas de fotógrafos españoles del siglo pasado

Alfonso llevó su cámara a la calle para retratar pedazos de realidad, ayudando a la construcción de la memoria visual del país en un siglo marcado por el dinamismo y los cambios sociales y políticos

Alfonso es uno de los principales artífices de la memoria visual española que corresponde a la convulsa primera mitad del siglo XX. La firma Alfonso se refiere en realidad al trabajo fotográfico de varias personas, sobre todo del fundador del estudio que llevaría ese nombre: Alfonso Sánchez García al que siguieron sus hijos “Alfonsito” y Luis y sus auxiliares.

La Fábrica acoge desde hoy y hasta mediados del mes de febrero, la primera exposición en una galería, de esta firma cuyas imágenes revolucionaron el lenguaje fotográfico del siglo XX.

Tanto individual como colectivamente, la firma Alfonso es distinguida por su ubicuidad y por su versatilidad.

Alfonso padre supo retratar magistralmente a personajes como Machado, Valle Inclán o Ramón y Cajal. Además, desde la firma se realizaron algunas de las instantáneas que han construido la memoria visual de la historia de España con hitos como la proclamación de la República el 14 de abril de 1931, el alzamiento de los militares en 1936 o la masacre del Desastre de Annual.

Por el objetivo de Alfonso desfilaron políticos, reyes, deportistas y los más ilustres personajes de la España de la primera mitad del siglo XX, pero también recorrieron las calles, retratando a infinidad de personajes anónimos, protagonistas de una sociedad cambiante.

Alfonso parece estar presente en cada momento importante para la historia española, captando con su cámara la esencia de cada momento. Sus fotografías se convierten en metáforas visuales que muestran más, que cualquier noticia.

Cronista y reportero, la fotografía de Alfonso destaca por su versatilidad que incluye su faceta como retratista. El pintor Sorolla en su casa de Madrid, Antonio Machado en el café de las Salesas, Ramón y Cajal en una clase de anatomía, el pintor Julio Romero de Torres en su estudio o la fotografía del dramaturgo Ramón de Valle-Inclán paseando, son algunas de las fotografías que se reúnen en esta exposición.

Alfonso puso su objetivo también al servicio de la cotidianeidad y el costumbrismo españoles, aportando nuevos contenidos al fotoperiodismo. Así convirtió en protagonistas de sus imágenes a personajes anónimos en reuniones y fiestas populares que atestiguaban la vida diaria de la época.

Esta muestra se convierte en un paseo por la historia de España del siglo pasado gracias a imágenes imperecederas que resuenan en nuestro imaginario colectivo.

Alfonso Sánchez García (Ciudad Real, 1880- Madrid, 1953) vivió en Madrid desde su infancia. Empezó a trabajar para el diario El Imparcial en 1900. Cuatro años después fue nombrado director de la sección fotográfica El Gráfico y empieza a firmar como Alfonso. En 1909 viajó a Marruecos para cubrir la guerra. Abrió en 1910 un estudio en la calle Fuencarral y en 1918 otro en la calle de Toledo, donde empezó a trabajar con su hijo mayor, Alfonso Sánchez Portela, conocido como Alfonsito (1902-1990). En 1919 participó en la creación del diario La Libertad y en 1929 firmó un contrato con ABC. Realizó reportajes sobre la proclamación de la República en 1931. En 1935 cerró el estudio de la calle Toledo y abrió uno en Santa Engracia. Al inicio de la guerra civil, en 1936, fueron confiscados sus estudios. En 1939 realizó un reportaje sobre la alocución de Julián Besteiro anunciando el fin de la resistencia de Madrid. Hasta 1944 Alfonso y su hijo Alfonsito retrataron la vida en las cárceles de Madrid. Hasta 1952 la Dirección General de Prensa les negó la inscripción en el registro oficial de periodistas. En 1949 retrató a Franco en El Pardo, portada en el ABC. Murió en 1953.

Alfonsito realizó sus primeros reportajes en la guerra de Marruecos, entre 1921 y 1925. En 1984 fue galardonado con la medalla de oro de la Villa de Madrid. Un año antes de su muerte, en 1990, fue nombrado académico de Bellas Artes. En 1992, el Ministerio de Cultura adquirió el archivo de Alfonso, que hoy se conserva en el Archivo General de la Administración.

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La Fábrica. Alameda  9. 28014 Madrid

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Imagen: Fiesta popular 1932. Alfonso