Un maní gigante con una cara azul y labios rojos reside como deidad sobre un mundo vibrante de criaturas parecidas a dibujos animados. Esta es Maní, la civilización ficticia creada por la artista española Ana Barriga (Jerez 1984) en la que la sociedad se centra en el maní. Para su exposición individual en la galería de Kristin Hjellegjerde en London Bridge, la artista presenta una nueva serie de pinturas imaginativas que visualizan la vida cotidiana en la comunidad de maní. A través de estos escenarios surrealistas, Barriga se burla de las convenciones de la vida real, ofreciendo al espectador la oportunidad de reírse y cuestionar los fundamentos sobre los que se construyen las civilizaciones.
La práctica de Barriga es intrínsecamente juguetona e imaginativa. Ella se describe a sí misma trabajando en «un lugar compartido por artistas y niños», refiriéndose tanto a su uso de juguetes y objetos decorativos como materiales de origen, como también a su proceso creativo en el que pinta, rompe, mutila y vuelve a ensamblar como un medio para liberar su imaginación y los materiales con los que trabaja. Para esta última serie, la artista recolectó objetos de mercadillos para crear una especie de archivo de la cultura popular residual. «Estos mercados funcionan como un punto de drenaje para la ciudad», comentó Barriga. «Aunque los objetos no pertenecen directamente a Londres, la ciudad los hace suyos al filtrarlos y clasificarlos en un tipo diverso de ecosistemas».
En lugar de intentar encontrar algún tipo de coherencia cultural o comprensión a través del método documental convencional, Barriga ha eliminado los contextos de la «vida real» y ha reinventado los objetos dispares como habitantes de una sociedad fantástica basada en el concepto del maní. En las visiones surrealistas de la artista, el maní aparece como todo, desde Dios hasta los civiles, desde el monumento hasta la comida. Una imagen, por ejemplo, muestra los cacahuetes transportados por un tigre, mientras que otra muestra a los guardias de una tumba sagrada comiendo los cacahuetes que se supone que deben proteger. Las escenas son intencionalmente humorísticas y juguetonas, invitando al espectador a comprometerse imaginativamente con el trabajo y, sin embargo, al mismo tiempo, existen paralelos obvios con el «mundo real». «Se trata de interpretar el mundo a través de metáforas», explica Barriga, «explorando las verdades ocultas detrás de las imágenes». Podríamos, por ejemplo, reírnos de cómo esta sociedad imaginaria adora un objeto tan banal. Sin embargo, este juicio se basa en nuestras propias interpretaciones de lo que significa sagrado, y al provocar este tipo de preguntas, la artista nos invita a reflexionar sobre nuestras propias creencias y contradicciones culturales.
Los contrastes y las contradicciones están en el corazón no solo de las imágenes de Barriga, sino también de sus procesos creativos. Si bien sus obras de arte pueden clasificarse como pinturas, su enfoque como pintora no es convencional en la forma en que combina diferentes texturas. ‘Me gusta cómo interactúan los materiales opuestos. La pintura al óleo es física, tiene un aspecto grosero, mientras que el esmalte se siente artificial en su brillo y la pintura en aerosol hace referencia al arte callejero y al vandalismo «, dice. Esto resalta nuevamente el deseo de Barriga de experimentar y disolver los límites artísticos, lo que permite una expresión fluida y espontánea. De manera similar, el uso del humor permite a la artista explorar más libremente cuestiones históricas y culturales. «Jugar o ironía son formas de abordar la realidad de una manera diferente e inesperada, de romper patrones comunes», explica. «Las situaciones impredecibles nos atraen porque no se ajustan a los modelos preestablecidos».
Como espectadores, nos seduce el vibrante y travieso mundo de Maní, precisamente por su originalidad y sobrenaturalidad. Las escenas surrealistas brindan la rara oportunidad de sumergirse en la imaginación de otra persona y es a través de esta forma de escapismo, que nos liberamos de las formas convencionales de ver para encontrar nuevas perspectivas. «Maní» es una celebración de cómo la creatividad y la experimentación pueden inspirarnos y motivarnos para lograr un cambio.

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Kristin Hjellegjerde Gallery Ltd.. 2 Melior Place. London. SE1 3SZ

https://kristinhjellegjerde.com/artists/187-ana-barriga/overview

Imagen: Ana Barriga. Contigo al quinto pino 2019