Sara Ferrer, artista madrileña afincada en Berlín, presentará en la ermita de Nossa Senhora da Conceição, en Belém, un conjunto de objetos escultóricos en forma de barcazas, cuyos cascos consisten en radiografías de cuerpos humanos y un vídeo de aproximadamente 13 minutos con imágenes subacuáticas recogidas por la propia artista.

Adoptando el agua como dominio antropológico y los océanos como espacios cartográficos, el carácter metafórico de la obra de Sara Ferrer se basa en un imaginario acuático de la esencia humana, en el que se percibe el pulso de un idealismo ético. Idea y materia oscilan según una verticalidad piramidal, en la que la latencia de esa idea se convierte en el trabajo artístico formalizado por los códigos especulativos de la abstracción. En efecto, Sara Ferrer privilegia la intensidad poética y emocional de su obra visual y plástica como instrumento de reflexión especulativa sobre esa idea de la naturaleza humana y las ambigüedades de su relación cotidiana con el agua y el océano.

En este contexto, Sara Ferrer se involucra en la naturaleza atlántica y los legados históricos de Belém, como punto de apoyo geográfico y simbólico de la aventura portuguesa más allá de los mares, y de la Ermita N. Senhora da Conceição, como lugar cultural del antiguo pueblo pesquero de Belém. El atractivo de la idea cultural de la nostalgia portuguesa surge como un estímulo y desafío, no con la intención de aclararlo, sino, explorando la esperanza, el alivio, la celebración, la desgracia, el duelo, la melancolía y qué constituyen la paradoja del anhelo, como una invitación a la particularidad de la memoria e imaginería personal e íntima del observador.

Saudade sigue la investigación de la artista sobre la relación física y emocional, consciente e inconsciente entre los seres humanos, el agua y el mundo submarino.

Sara Ferrer (1979, Madrid) vive y trabaja en Berlín desde 2012. Fue distinguida en la VII Edición del Premio al Talento Contemporáneo de la Fundación François Schneider, en Francia. Estudió Bellas Artes en Newcastle Upon Tyne, donde también fundó el proyecto Multiculturart, apoyado por el Arts Council of England, y en ese momento pionero en la enseñanza de idiomas a través del arte y el teatro. Posteriormente se especializó en Teatro Técnico en el Centro de Tecnología de las Artes Escénicas y en Escultura en la Escuela de Arte y Diseño La Palma, en Madrid, finalizando sus estudios con el Premio Aurelio Blanco.

Paralelamente a su labor como artista visual, ha colaborado en el desarrollo de varios proyectos y obras de arte para los artistas Tomás Saraceno, Ivana Franke, Álvaro Urbano y Adriana Veyrat. Está representada en varias colecciones en España e internacionalmente.