Si «no hay un solo tiempo absoluto en la relatividad, pero cada individuo tiene su propia medida personal del tiempo, que depende de dónde se encuentre y de cómo se mueva» (S. Hawkins)

Laurina Paperina y Albert Pinya realizan la primera exposición juntos. Los dos artistas interactúan entre sí, dialogando a través de una mezcla de símbolos tomados de sus mundos con profanadas ironías, colores y formas desbordantes, personajes recurrentes y reconocibles, desde estructuras arquitectónicas y naturales como fondo hasta una batalla pop.

Paperina y Pinya intercambian papeles, con ironía y respeto, partiendo de una larga amistad, a través de diferentes estilos, pero con referencia  al mismo gusto visual, meticulosamente refinados y falsamente agradables, son muy críticos. Paperina  rehace a Pinya y Pinya recupera a Paperina . Y viceversa.

Albert tiene una actitud hacia el futuro, mientras que Paperina  juega con el pasado y el presente, gracias a las referencias con las que creció. Rossella Farinotti y Martina’s Gallery han invitado a los dos artistas a intervenir, para obtener  una visión sin precedentes y sorprendente, sobre obras a cuatro manos, tanto lienzos como papeles, creados ad hoc para la exposición italiana.

Los personajes reales y ficticios extrapolados de los mundos del cómic, el cine, la animación o incluso del mundo artístico o cultural en el que ha crecido la generación italiana de los años noventa, típica de la obra de Paperina, se activan. Mezclándose con  las obras de Pinya que, a través de una pintura consciente, densa y bien definida, golpea  al poner a disposición formas, geometrías y símbolos pintados con conciencia.

El desafío está abierto. Al menos para los ojos, que, paso a paso, en la exposición descubrirán todos estos elementos, sus narrativas y el desarrollo de estilos incluidos en estos micromundos de diferentes tamaños.