Moisés Yagües (*1972, Murcia) cuenta historias de fronteras y migración en su  exposición  “Al otro lado”.  Se trata de una serie de xilografías en blanco y negro, junto a dibujos y collages que completan la muestra.

El trasfondo de la idea  es  la realidad triste, pero también  inevitable de los refugiados. Una realidad marcada por túneles, pateras, verjas y personas que arriesgan todo para conseguir pasar   “al otro lado”.  Inspiración del artista fue una frase de la novela “El lápiz del carpintero” del escritor Manuel Riva: “Lo mejor de las fronteras son los pasos clandestinos”.

El estilo de Moisés Yagües está influenciado por los lenguajes del cómic y del arte étnico, además de llevar una gran carga de humor e ironía.  Sin embargo, a pesar de su aparente sencillez, los trabajos de Yagües rebosan seriedad y compromiso social. Las ordenadas composiciones y el fuerte contraste de color que se crea por el medio elegido, conducen a que la importancia del tema no quede en segundo plano. Sus imágenes son obras inteligentes en las que el artista se concentra en la faceta humana de las relaciones y las preguntas sociales.

Queda muy claro que sus historias no se refieren a protagonistas aislados, sino a un movimiento colectivo de masas, que él quiere resaltar especialmente. Sus figuras se ordenan como un banco de peces en el mar, mostrando las expresiones mascaradas de sus rostros.

El crítico David Alpañez dice sobre la serie:

“El artista nos muestra personajes que se asoman al abismo, cuerpos en plena caída, escaladores y funambulistas que se mantienen a duras penas en equilibro, gente que busca a otra gente y que se busca a sí misma, personas que han perdido toda esperanza. Parece que los miráramos desde lo alto, que pudiéramos asomarnos a las ventanas de sus casas sin que sus historias pudieran afectarnos. Parece un divertimento, un juego, pero cuando das cuenta, ya es tarde. Primero notas que en tu cabeza ha saltado una chispa que provoca que se ponga a funcionar todo el mecanismo. Después se te queda congelada  una amarga sonrisa en la boca. En ese momento, una profunda melancolía te ha inundado hasta dejarte calado hasta los huesos. Ya no hay marcha atrás, tienes la certeza de que los dibujos de Yagües son una enorme metáfora de nuestra existencia” (100 kubik press-release)