La exposición «Diminutos gigantes» de la Galerie 100 Kubik, en el marco del Festival Photoszene de Colonia, permite a dos fotógrafos muy diferentes dialogar entre sí: Ignacio Llamas (*1970, Toledo) y Héctor Garrido (*1969, Huelva).

Ambos tratan de motivos diferentes: mientras Llamas escenifica espacios caracterizados por la luz y el silencio, Garrido presenta el mundo a vista de pájaro. El aspecto contrastante de los enfoques de los dos fotógrafos radica en su perspectiva. Llamas crea cuidadosamente sus composiciones él mismo, primero dando forma a los elementos representados en ellas, como sillas, árboles o maletas, con sus propias manos. Estas esculturas en miniatura aparecen más tarde en las fotografías, mucho más grandes de lo que son en realidad, porque el espectador pierde el sentido del tamaño.

Garrido, por su parte, representa paisajes inmensos, que nos muestran la naturaleza desde una perspectiva que está fuera del alcance del ojo humano. A través de la distancia, grandes cosas aparecen de repente diminutas, como los modelos en miniatura de Llamas. Al mismo tiempo se consigue el efecto de abstracción y se hacen visibles las estructuras fractales de la tierra, que normalmente no se percibirían de otra manera.

En la exposición, estas proporciones invertidas se yuxtaponen y se pide al espectador que reconsidere su punto de vista. El juego de perspectivas y modos de representación revela los caprichos de la percepción y al mismo tiempo abre nuevos mundos. (100 Kubik press-release)