El metro, el kilogramo y el segundo son tres de las siete unidades básicas del Sistema Internacional, adoptadas en su totalidad sólo en 1971, y de las que pueden derivarse todas las demás unidades físicas. Dibujan nuestra relación con el mundo y estructuran nuestra percepción. Como convenciones, marcan una cierta estandarización de la sociedad moderna

Estas unidades son parte intrínseca de todas las obras de arte, pero sólo desde el arte conceptual se han convertido en contenido y expresión artística en sí mismas. Presentadas como verdaderas afirmaciones autorreferenciales, afirman una propiedad obvia y medible de la obra. Este enfoque tautológico, característico del arte conceptual, apunta a la génesis y estructura misma de la obra. Investiga la propia naturaleza y los límites de la actividad artística analizando elementos fundamentales que suelen estar implícitos. Al hacerlo, estas medidas, al igual que otras convenciones colectivas como la lengua, cuestionan el lugar y la justificación de cualquier sistema de signos en nuestra cultura.

Desde entonces `medir’, `ponderar’, `contar’,… pertenecen al vocabulario artístico y se han convertido en la base de nuevas prácticas artísticas. Esta exposición examina cómo estos métodos han influido en la práctica artística actual y proporciona el contexto para su reapropiación. En consecuencia, esta exposición reside en la continuidad de la exposición sobre el «tiempo», cuestionando las nociones de objetividad y mensurabilidad, donde nociones fundamentales y abstractas definen los métodos artísticos.

Es a través de los emparejamientos «medida / espacio», «medida / cuerpo» y «medida / comparaciones» que se articula esta exposición. Es el resultado de la colaboración con Christophe Veys, donde la selección y el modo de dialogar de las obras de arte siguen el mismo tema de la exposición, el principio de la medida. (Société press-release)