Una mujer está haciendo un trabajo administrativo, una investigación legal para convertirse en una apátrida. Sin éxito. Su fracaso ilustra una cierta fijación de nuestra identidad, que es propiedad del estado. ¿Cuál es la conexión que nos une a una nación? ¿Tiene algo que ver con el amor? Viajando por Cuba, la mujer, la artista Núria Güell, responde a las constantes propuestas de matrimonio que se le presentan, ofrecidas para obtener pasaporte para poder viajar a España. Núria Güell reúne a un jurado de prostitutas para seleccionar al feliz ganador, futuro esposo y futuro ciudadano de España. Porque las prostitutas ciertamente saben algo sobre los hombres. Fue en León donde Núria Güell entrevistó a diferentes trabajadoras del sexo con la esperanza de que compartieran con ella tanto el conocimiento de estos clientes que atienden todos los días como su relación con su masculinidad. Los lazos que unen a los hombres, a las mujeres y a la ley, ya sea divina, secular o popular, son antiguos, como se ve en las copias de pinturas del arte religioso de la época colonial que ahora se exhiben en el centro de arte. Jóvenes y proxenetas nos ofrecen lecturas de las obras. Sí, la ley es central. Porque cuando una mujer artista quiere ser madre en España, el estado no tiene planes para ella. Aquí nuevamente tienes que cazar y producir una cláusula administrativa correcta. La encarnación de la ley se logra a través de estos hombres y mujeres que pudieron, en algún momento de sus vidas, por elección o por obligación, convertirse en representantes armados del estado. De Cuba a Brétigny, Núria Güell observó a algunos, discutió con otros, para entender sus puntos de vista sobre esta conexión, su concepción de las diferentes formas de afecto y poder que son el país de origen y el amor. Céline Poulin.
Núria Güell coquetea con los poderes fácticos, se une a los colaboradores que participan en el proyecto y aprovecha los privilegios que le ofrecen las instituciones artísticas con las que trabaja, además de las que disfruta como española y europea, para analizar la forma en que las estructuras de poder afectan nuestra subjetividad e intentan cambiar esas conexiones. Las últimas exposiciones individuales de Güell incluyen exposiciones en MUSAC, Léon (España) y en Maczul Museo de Arte Contemporáneo de Maracaibo (Venezuela) en 2018, el Instituto de Arte Moderno de Middlesbrough y el Project Arts Centre en Dublín en 2016, el Vienna Brut Konzerthaus en 2015 , y Salle Zéro en La Habana en 2013. Organizó un taller en la École Supérieure d’Art et Design • Grenoble • Valence (2016) y trabaja regularmente con varios centros artísticos y sociales autogestionados. Núria Güell está representada por la Galería ADN en Barcelona.
Contemporary Art Center. Rue Henri Douard. 91220 Brétigny-sur-Orge
Imagen: Núria Güell