En sus obras, Ángela de la Cruz, A Coruña1965, cuestiona las cualidades estructurales de la pintura al liberarlas de su existencia bidimensional. Los lienzos y los bastidores se cortan, rasgan y rompen para este propósito y emergen como objetos que desafían su categorización como pintura. De la Cruz, por lo tanto, literal y brutalmente, separa la idea de la imagen de su portador físico y de la tradición: «En el momento en que corté el lienzo me libré de la grandiosidad de la pintura».
La exposición presenta cuatro obras de gran formato en rojo / rosa brillante, azul ultramarino / azul claro, blanco titanio / blanco roto y amarillo cadmio / amarillo claro. Cada uno de ellas consta de tres capas de lienzo superpuestas, cada una pintada con un cuadrado y un borde en una de las cuatro combinaciones de colores. En la misma estética minimalista, un formato de retrato pequeño y simple cuelga en azul ultramar / azul claro en el espacio de la ventana. Aquí también, el lienzo cae arrugado del marco y revela una capa brillante adicional, como si el lienzo se reprodujera constantemente, se renovara, se curara; una representación simultánea o una metamorfosis, por así decirlo, de la creación de la imagen, que es conceptualmente significativa para Ángela de la Cruz.
Pero al comienzo de cada pintura siempre hay una narrativa, que naturalmente también es importante en la concepción de una exposición. “Siempre hay una narrativa cuando me acerco a mi exposición. Siempre pienso en una historia o situación y luego articulo mi trabajo en el espacio en consecuencia «. En lo que respecta a Layers en la Galerie Thomas Schulte, de la Cruz dice que la exposición debe sentirse como una» fiesta que se desvanecía lentamente». Con esta serie de obras, hace referencia a la incertidumbre universal e individual, sobre todo política de nuestro tiempo. De esta manera, ofrece un comentario sobre el debilitamiento actual de la democracia en Gran Bretaña.
Ángela de la Cruz enfatiza repetidamente la calidad narrativa que subyace en sus obras, tanto en términos de su propia vida como en términos de objetos como sillas y armarios usados ​​que integra en sus obras. Este es también el caso con las dos esculturas pintadas de marrón hechas de formas huecas de aluminio, que también son parte de la exposición. Las cajas angulares de su serie Crates están dobladas, aplastadas y entrelazadas. Colocada sobre la caja hay una silla con un desgaste notable.
Dentro de todo su trabajo hay una clara noción de tensión y violencia, que contrasta con el proceso de pintura contemplativa y meditativa del artista. Las obras de De la Cruz se convierten así en una representación de la materialidad y el cuerpo, en movimiento entre la fuerza y ​​la fragilidad; entre lo bello y lo roto, la tensión y la relajación. Es esta dinámica la que mantiene las obras en movimiento de diferentes maneras. «Mi trabajo es una investigación, pero no soy un erudito, soy un observador».

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GALERIE THOMAS SCHULTE. CHARLOTTENSTRASSE 24 D–10117 BERLIN

https://www.galeriethomasschulte.de

Imagen. Ángela de la Cruz. Layers – Small (Sap Green/Brilliant Pink), 2019. Acrylic and oil on canvas. 70 x 50 x 7 cm. Galerie Thomas Schulte