En 1966, Antoni Tàpies (1923-2012) inició la redacción de sus memorias. Motivado por la necesidad de expresar un anhelo de militancia, se comprometía a repasar su biografía personal y su carrera artística. En 1977 daba por terminado este proyecto y publicaba Memòria personal. Fragment per a una autobiografia (Memoria personal. Fragmento para una autobiografía). Con ese texto consiguió conciliar las dificultades propias de una vida bajo el franquismo y la necesidad apremiante de manifestar una postura política. Como escribió por entonces, “comprendía que, en lo más hondo, aquella condición como de pájaro solitario, de independencia rebelde, que nos toca asumir en ocasiones, dolorosamente, a los artistas, también puede estar en el origen de los mismos inconformismos y esperanzas que precisamente inspiran tantas ideas que luego se vuelven militancias”.
El lapso cronológico contemplado en esta exposición nos traslada desde 1946 hasta 1977. Viajamos de la posguerra y la dictadura a las postrimerías del franquismo y a la transición democrática en el Estado español. La biografía política de Antoni Tàpies que se deriva de esta selección no pretende ilustrar la vida del artista, sino la vida de su obra. El triunfo del arte abstracto, del que participa Tàpies a nivel internacional a partir de la década de 1950, celebraba un universalismo de la pintura que alteraba sus intenciones originales. La polisemia y la ambigüedad de los signos que caracterizan la obra del artista han complicado aún más la interpretación. El resultado es una obra rica y dispuesta a acoger nuevos significados. Una obra que en el ocaso del franquismo se convertirá en icono del compromiso político.
Con más de cincuenta obras mayores, esta exposición quiere mostrar cómo era posible ser moderno bajo un régimen fascista que sistemáticamente reprimía cualquier intento de ejercer la libertad pregonada por la modernidad crítica. La exposición propone un recorrido discontinuo, marcado a la par por momentos icónicos y acontecimientos cruciales. Muy especialmente en Cataluña entre 1966 y 1977, cuando se vivió un proceso de movilización contra el régimen del general Franco. Todo ello hace que la obra de Tàpies sea el lugar donde el espectador del arte se transforma en un ciudadano dispuesto a convertir un interés estético en un motivo político. Sin embargo, contempladas desde una perspectiva actual, muchas de aquellas pinturas nos provocan un sentimiento de repetición fallida de la historia. Son obras que aspiran a ocupar el tiempo presente de los espectadores.(F.Tàpies press-release)
Fundació Tàpies. Carrer d’Aragó 255. 08007 Barcelona
Imagen: Fundació Tàpies