El Hotel de Caumont rinde homenaje a Joaquín Sorolla (1863-1923), uno de los más grandes nombres de la pintura española del siglo XX.

Basado en el naturalismo, bajo la influencia de Bastien-Lepage, su pintura está muy marcada por la constante referencia a Velázquez, a quien Sorolla considera su gran maestro. Este aprendizaje se enriquece con una pincelada libre y luminosa, cercana al impresionismo, y por una interpretación increíblemente vital e innovadora de la luz y el color. Sus composiciones magistrales, informadas por las nuevas posibilidades de la fotografía, así como por la influencia del grabado japonés, nos cautivan con su espontaneidad, inmediatez y modernidad.

La exposición en el Hotel de Caumont se basa en varias investigaciones para abordar cómo Sorolla ha construido su trabajo, centrándose en tres cuestiones fundamentales: el proceso creativo del artista, las fuentes de los principales temas de su obra y la evolución de estos temas dentro de su producción.

Junto a ambiciosas obras de grandes formatos, se exhiben pequeños dibujos y bocetos en óleo, que iluminan con una nueva luz su concepción del arte, cuya característica principal es el brillo y la espontaneidad. Esenciales en su proceso de trabajo, estos bocetos de pequeño formato le permiten identificar los temas que explora, para probar composiciones o combinaciones de colores.

La exposición es también una oportunidad para dar a conocer, a través de la abundante correspondencia del artista y algunas fotografías de sí mismo y su séquito, el carácter incansable, casi obsesivo de su trabajo, y permite analizar cómo Sorolla ha desarrollado su estilo más personal.