Joan Ponç (Barcelona, 1928 – Sant Pau, 1984) visionario, temperamental, fue un artista insular dentro de la historia del arte de la posguerra en Catalunya y de España. Él lanzó la primera piedra de la renovación plástica de vanguardia tras la Guerra Civil. Su irrupción en el panorama de los años cuarenta del siglo XX desquició a críticos y poetas, que rápidemente se apresuraron a calificarlo de grotesco, torturado, diabólico, premonitorio, alucinante, mágico, carnavalesco e infernal. Ponç no se parece a nadie.
Joan Ponç muestra una pintura capaz de explorar los rincones más oscuros y escondidos del ser humano. El carácter único y raro de su obra le condujo hacia una soledad, un aislamiento y un silencio que lo convierten en un solitario, un testimonio visceral de la penetración de la pintura en el misterio de la vida y de la muerte como experiencia .
La exposición, comisariada por la historiadora y crítica de arte Pilar Parcerisa, presenta una nueva interpretación antológica de la obra y la figura del pintor Joan Ponç, desde sus inicios a mediados de los años 40 y la época del grupo Dau al Set, hasta las últimas obras de mediados de los años 80. Con el título de «Diábolo», se quiere hacer referencia al sentido lúdico de Joan Ponç, con la ambivalencia que el nombre de este juego malabar chino tiene con el del diablo. (La Pedrera press-release)
Musée d’art moderne de Céret. 8, Bd Maréchal Joffre. 66400 Céret – France
Imagen: “Nocturno”1950 Joan Ponç