Miró siempre manifestó una gran admiración por la obra de Gaudí, cuyo espíritu de riesgo y de improvisación valoraba. Ambos autores entienden la naturaleza como el origen de sus creaciones. Gaudí se inspira en ella para crear elementos tanto ornamentales como estructurales. Para Miró, la naturaleza es fundamental en su concepción plástica y poética, hasta el punto de confesar: «He llegado a pintar directamente en rocas enormes con el fin de incorporarme a los elementos de este paisaje, marcándolos con mi propia huella».

Tanto Gaudí como Miró se interesan por nuevos procedimientos y materiales, traspasan los límites convencionales de sus disciplinas y experimentan con la obra escultórica. Siguiendo el ejemplo de Gaudí, Miró moldea objetos de su entorno cotidiano o bien elementos de la naturaleza y los incorpora a sus esculturas. Al acoplarlos, se transforman en seres fantásticos. También le atrae el trencadís, una técnica popular consistente en reutilizar fragmentos de cerámica, que incorpora a su obra monumental y pública y que evoca en el conjunto de grabados Serie Gaudí, con la que en 1979 rinde homenaje al arquitecto.

Además del conjunto de grabados, esta exposición presenta una selección de esculturas de Miró que dialogan con las fotografías que Joaquim Gomis hizo de la arquitectura de Gaudí. Algunas de estas imágenes fueron publicadas en los llamados fotoscops, una colección de fotolibros que contribuyó a difundir y revalorizar la obra gaudiniana.

De forma aparentemente intuitiva, Gomis supo traducir en imágenes la belleza y la poesía contenidas en la obra de ambos artistas, quienes, atraídos por la fuerza misteriosa de la naturaleza, otorgaron a sus creaciones un carácter mágico que esta exposición pone de relieve. Comisariado Teresa Montaner y Ester Ramos

Fundació Miró. Parc de Montjuïc. 08038 Barcelona

https://www.fmirobcn.org

Imagen: Fundació Miró