Como un libro abierto, transparente y de gran belleza estética, será inaugurada la magna exposición Adictos a Remedios Varo. Nuevo legado 2018. La muestra es la primera revisión que el Museo de Arte Moderno (MAM) realiza a modo de ejercicio donde surgen hallazgos de carácter histórico y personal que revelan rasgos de la personalidad de la artista, así como el intercambio intelectual que sostuvo con personalidades esenciales: Octavio Paz, César Moro, Óscar Domínguez, Leonora Carrington y un largo etcétera.

Tras la muerte de la pintora y escultora considerada una de las más representativas del surrealismo en 1963, Walter Gruen y Anna Alexandra Varsoviano donaron al Museo de Arte Moderno un conjunto de 38 obras que, además de ser hoy Monumento Artístico Mexicano, pasaron por un largo proceso legal en el que participaron artistas y amigos, quienes dieron testimonios sobre la procedencia de las obras.

Aquella obra donada en el 2002, junto con 250 bocetos y dibujos preparatorios que se  que se conservan y que, en muchos casos, son el trabajo preliminar a óleos que forman parte de la colección del MAM, es parte de lo que el público podrá disfrutar y conocer sobre la artista que se refugió en México, de la atmósfera de la ciudad y sus habitantes, del sol radiante y la libertad que se respiraba sirvieron como bálsamo a los traumas la eterna fugitiva, lo cual le dio la oportunidad de divulgar su arte y prepararlo para una pronta eclosión.

La riqueza de este archivo no sólo estriba en las múltiples lecturas que a partir de éste puedan hacerse en torno a la obra de Remedios Varo, sino en lo que su contenido arroja sobre la memoria de una generación que irrumpió en la escena artística durante la primera mitad del siglo XX y cuyo legado permanece hasta nuestros días.

Sobre la autora se conocen los datos generales: María de los remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga, mejor conocida como Remedios Varo, nació en Anglés, provincia de Gerona, España, en 1908; muy joven se casó con el pintor Gerardo Lizárraga; más tarde, ya separada de él, entró en contacto con el círculo surrealista de París gracias a su entonces pareja, el poeta Benjamin Péret, y llegó a México durante la Segunda Guerra Mundial.

Se sabe de su afición por la alquimia, la ciencia y el esoterismo; su gusto por la literatura y su interés en el psicoanálisis; su amistad entrañable con Leonora Carrington, y su repentina muerte a los 54 años de edad. (MAM press-release)