En algunas disciplinas como la arquitectura, la geología o la arqueología, un levantamiento es el reconocimiento topográfico de un terreno: demarcar sus límites, dictaminar qué lo conforma, analizar cómo se compone. Por ejemplo, antes de realizar una excavación o de edificar algo se realiza un levantamiento. Sin embargo, puede ser a su vez un gesto de rebelión o simplemente mover algo o moverse de lugar.

Instalaciones, acuarelas, videos, piezas de cerámica e intervenciones en muro. La selección de obras incluidas en la exposición de María García Ibáñez ha sido pensada con esa misma intención. Una curaduría que, a modo de levantamiento, ha reconocido topográficamente su práctica artística, sobre el cual se ha excavado y se ha edificado. Un terreno en el cual quedan rastros, objetos o restos que hacen posible identificar un “cuerpo nómade”.

María García Ibáñez (Madrid, 1978) El dibujo es la estructura inicial que da forma a la mayoría de sus investigaciones. Es la herramienta de aproximación que le permite establecer un vínculo con lenguajes de otras disciplinas como la arqueología, la geología, o la anatomía y con procesos artesanales como el de la cerámica o el textil.  Sus propuestas recientes en torno a la construcción del paisaje y la apropiación del territorio le permiten adentrarse en una narrativa de la relación que surge entre nomadismo y hogar, que en última instancia suponen una revisión del origen.

Ha participado en distintos proyectos culturales y expuesto de forma individual y colectiva en ciudades como Hong Kong, Seúl, Ciudad de México, Madrid, Valencia, Zurich o Yakarta.

Ha obtenido becas y apoyos para la producción de proyectos, entre los más recientes destacan la residencia Basu Foundation (Calcuta, India, 2018) y el premio adquisición de la Colección DKV (Drawing Room, Madrid, 2017).Comisariado: Pamela Desjardins. (CCE press-release)