Isaac Cordal (1974) es un artista gallego que combina la escultura y fotografía en un entorno urbano. Vive entre Bilbao, Bruselas y Galicia. Isaac transforma cualquier rincón de la ciudad con sus pequeñas figuras de cemento, cargadas de melancolía y crítica social.

Isaac Cordal trabaja a discreción, disfrutando de la fusión de sus intervenciones en el entorno cotidiano. Las figurillas que ha diseminado en ciudades como Berlín, Barcelona, ​​Nantes, Zagreb, Nantes o Malmö, etc. -, está realizadas en hormigón y miden poco más de quince centímetros de altura.

Sus estatuillas son del tamaño de los juguetes creados a nuestra imagen, Isaac Cordal los instala en las esquinas de la ciudad, alféizares o aceras, pozos de registro, grietas de paredes o charcos, que utiliza como un escenario, una escenografía microcósmica puesta en escena para sorprender al transeúnte.

Los individuos de este pueblo liliputiense repiten “La comedia humana”, una tragicomedia que es más Kafka que Balzac. Muestra a una masa de individuos gregarios que llevan maletines y teléfonos inteligentes que obedecen el acondicionamiento perfecto que ha generado algo de robotización y  los expone en situaciones más que incómodas. Con las situaciones divertidas y paródicas en la que se coloca a sus personajes, Isaac Cordal nos alarma sobre nuestro comportamiento debido a las graves amenazas planteadas al sistema económico que nos gobierna, la forma de vida a la que induce, las desigualdades que causa y los desequilibrios que despierta.