¿Se puede comparar el arte con el amor?
«El amor es dar algo que no tienes … a alguien que no lo quiere», dijo el filósofo francés Jacques Lacan.
Si ese es el caso, ¿podemos entonces ver similitudes entre los procesos artísticos y el amor? Un artista quiere dar algo que no tiene a alguien, a la audiencia. No lo han pedido, y no necesariamente saben que lo necesitan. Sin embargo, al igual que con el amor, hay algo dado y algo recibido, y esto puede conducir a la felicidad.

La reconocida artista española Dora García (Valladolid  ES.1965) invita al público a esta nueva exposición multidisciplinar en el kunstmuseum de Trondheim,

El amor puede tomar muchas formas. Puede ser un anhelo de unidad o de algo más grande que uno mismo, como se representa en Thresholds, una guía para las diversas comunidades religiosas y espirituales en Trondheim. O el compromiso que encontramos en la película The Joycean Society, donde Finnigans Wake, referido como el libro más inaccesible del mundo, es leído e interpretado por un devoto grupo de aficionados.
La búsqueda del amor también puede ser manipulada. En la presentación The Romeos, cuatro jóvenes han sido seleccionados para ser especialmente encantadores, respetuosos y amigables con los ciudadanos y turistas en Trondheim y en el museo durante todo el período de exhibición. El trabajo se basa en una estrategia de espionaje utilizada por el DDR durante la Guerra Fría, donde los hombres jóvenes usaron su encanto para acercarse a las mujeres que podrían proporcionarles secretos o información.
«El amor llega de los lugares más inesperados» muestra obras de Dora García como “Segunda Vez (Second Time). La película se centra en el teórico del arte y psicoanalista Oscar Masotta (1930-1979). Masotta estuvo en las primeras filas de la vanguardia argentina a principios de la década de 1960 y también fue fundamental para introducir el psicoanálisis lacaniano en el mundo de habla hispana. Sin embargo, por una serie de accidentes personales, geográficos y políticos, ha sido una figura marginal hasta ahora. El kunstmuseum de Trondheim ha contribuido a la producción del largometraje “Segunda Vez”