El título de la exposición surge de una pequeña obra realizada con la técnica “Raku”, donde la artista expresa con firmeza: “HOY”.

Las obras que se podrán apreciar en esta exposición, fueron realizadas en un período concreto, entre los años 1988 y 1992. Esta etapa marca un intenso período de investigación, producción y creación, en el que la artista se desprende de la forma, para sumergirse en un mundo más plástico, trascendiendo el material y creando obras absolutamente únicas.

Se ha llevado a cabo una cuidadosa selección de aproximadamente 45 piezas que serán expuestas a partir de un análisis actual de la obra y sus características. Como punto de partida se tomará una exhaustiva investigación realizada a un sobre un archivo inédito de apuntes y bocetos de la artista, abordada por el equipo de gestión curatorial encabezado por Elena O’Neill, Jimena Perera y Micaela Perera.

En estas obras Eva Díaz Torres, rompe con esquemas y se manifiesta por sí misma acompañando su propio tiempo. Comisaria: Jimena Perera (Museo Gurvich press – release)

Eva Díaz Torres nació en Tarrasa, Barcelona en 1943. Es hija del escultor Eduardo Díaz Yepes y de Olimpia Torres, y nieta del maestro del constructivismo Joaquín Torres García

Emigra con su familia a París en 1946 y regresa a Montevideo en 1947 radicándose definitivamente en Uruguay.

En 1958, cuando contaba con 15 años de edad, comienza su interés por la cerámica e ingresa al Taller Torres García, donde recibe nociones elementales del pintor y ceramista José Gurvich. Toma clases con el ceramista catalán José Collell.  Aprende la técnica de engobe bruñido y produce sus primeras obras en un taller que instala en su casa y unos años después da clases en su propio taller. También diseñó telas mediante la técnica de batik.

Su preocupación por la justicia social la impulsa a integrarse al M.L.N. y en 1972 es detenida y procesada por la dictadura militar.1​ Permanece recluida en la cárcel de Punta de Rieles, centro de reclusión en aquel entonces destinado a presas políticas, hasta fines de 1974. Durante su reclusión no cesa su actividad artística; en la cárcel crea juguetes, escribe e ilustra cuentos para niños y experimenta con diversas técnicas y materiales.

En 1974, luego de salir de la cárcel, emigra junto a su familia primero a Costa Rica por una breve estancia, y luego a Barcelona. Allí Díaz Torres retoma exitosamente su carrera y continúa su formación, dedicándose también a dictar clases y a la exposición y venta de su producción artística. Especialmente tenían un puesto en la feria de Santa Lucía en Barcelona donde vendían sus obras.

En 1985, con el retorno de la democracia, vuelve a Uruguay, donde instala nuevamente su taller. Trabaja con diversas técnicas, desarrollando investigaciones y análisis en técnicas de cerámica y esmaltes. Presenta su obra en exposiciones colectivas y en una muestra individual en el Salón de Exposiciones del Palacio Municipal de Montevideo. En 1986 obtiene el Primer Premio Adquisición del XXXVII Salón Municipal de Expresión Plástica. Fallece en Montevideo, el 14 de febrero de 1993.