Aunque difícil de unificar por su permanente transformación, podría concebirse la obra de Iciar Yllera como una búsqueda expresionista por la conmoción. Sea desde su primera vertiente más anclada en la figuración o desde el más reciente coqueteo con lo abstracto, trata de interpelar a una sensibilidad entendida como universal, desde la expresión de las propias preocupaciones de la artista. Un impacto corpóreo que parte de lo visual, movilizando al cuestionamiento social. Y esto se lleva a cabo, eso sí, a través de un lenguaje pictórico marcado por una contundente gestualidad y por una carga matérica cada vez más protagonista, que pugna por liberar su propia organicidad interna.
ICIAR YLLERA