Siempre he sentido la naturaleza con gran fascinación.
Las atractivas cortezas de los árboles, la diversidad de los patrones de color y pelaje en los animales, los minerales, las plantas, los árboles…
Ante tal atracción, sólo puedo pensar que en otra vida debí ser árbol, o piedra.

Desde que tengo memoria he tenido una clara inclinación hacia las artes plásticas, hacia la creación.

Además, desde una perspectiva medioambiental, la recuperación de materiales descartados para realizar mis obras es una de mis obsesiones.

Traducir las impresiones de todas las obras de arte que he visto, los artistas que he conocido,
los viajes que me han marcado y enriquecido, son la finalidad actual de mi presente…

La interpretación inconsciente de mi obra, tatuada bajo la piel, es el legado de la cultura en que nací, más los sitios donde he vivido, emociones vistas y vividas de otras culturas, otros puntos de vista.

Trabajo con la esperanza de crear un mundo mejor para todos.